Respirar es un acto involuntario, automático, natural, INCONSCIENTE de todo ser vivo. Pero también lo podemos hacer CONSCIENTE. Cuando nuestro cerebro se aturde y apabulla con tantos pensamientos, y lo hace a diario, tanto que a veces hace “doler” de tanto pensar…. cuántas veces decís ...quiero dejar de pensar!!!
Porque los pensamientos de miedo, culpa, vergüenza, nos invaden. Cuando vivimos experiencias complicadas en la vida, por ejemplo. Y las historias se repiten en la cabeza una y otra vez.
¿Sabías que tenés millones de pensamientos diarios y que solo un 10% son productivos o beneficiosos? ¿Y que el resto suelen ser pensamientos muy densos?
Podemos hacer algo: cuando este tipo de pensamientos se te cruzan en la cabeza y quieras cortar con los mismos... RESPIRÁ.
Hacelo CONSCIENTE, obligate a inspirar hondo, hasta que tu abdomen se llene de aire, sostenelo un instante y exhalá... despacio, todo, vaciate completamente. Repetilo unos minutos, sé CONSCIENTE de que te obligás a respirar. Y si este ejercicio lo acompañás con una musiquita linda, instrumental, cálida, y al aíre libre -tal vez en el fondo de tu casa- mejor!
Estos pensamientos que te aturden se cortan, porque te estás obligando a realizar la acción de respirar. De esta manera: inhalá, retené unos instantes y exhalá…
Y mejor todavía si lo tomás como hábito diario, un ratito. Vas a ver la maravillosa respuesta de tu cuerpo al cabo de unas semanas.
Te invito a probarlo, si es que todavía no lo hiciste, y verás lo bien que te hace y el placer que genera. Tomá conciencia de estar PRESENTE, en el AQUÍ y el AHORA.